Las danzas de la selva ecuatoriana tienen como origen la zona del Amazonas que es conocido como región Oriente y aquí viven algunas «nacionalidades» como les dicen en Ecuador. Algunas de estas con pocos o muchos habitantes como lo son las comunidades del quichua, el achuar, el shuar, el siona, el secoya, el huaorani y el cofan, siendo aquella que tiene más población la del shuar, estos están relativamente mucho más organizados que las otras comunidades y buscan que sus derechos sean reconocidos. Todas estas comunidades tienen una lucha en común contra las grandes empresas y el gobierno, quienes por la ambición de la explotación de tierras están depredando y destruyendo la belleza de la Amazonía.

En la música propia de la comunidad de los Shuar se conjugan y toman en cuenta muchos factores como lo son la naturaleza, la vida religiosa y las ceremonias llevadas a cabo por los chamanes. En su música siempre destaca lo espiritual, lo místico, aquello que está por encima del entendimiento normal del hombre. Esto se debe a la influencia de las generaciones pasadas quienes son muy respetadas por ser portadores de la herencia de sus ancestros.

Lamentablemente no existe mucha información sobre estas tribus y toda la que se puede encontrar está incompleta o es muy pobre a tal punto de impedir conocer correctamente a estas tribus y su cultura. Incluso, algunos estudios deducen que de seguir así con esta situación tan dañina para las comunidades, es posible que toda esta tradición desaparezca muy pronto.

Las mejores danzas de la selva ecuatoriana

Tushuy Sacha Manda

Esta danza es de tradición indígena y propia de la selva ecuatoriana. Los danzantes suelen utilizar trajes típicos que han sido elaborados por mujeres kichwas las cuales son nativas de la provincia de Napo. Es una danza con un tono muy llamativo para visitantes extranjeros.

Yawi

Esta danza es propia de la comunidad conocida como Shuar, el tema de esta danza trata sobre la celebración de una festividad conocida como la chonta, siendo esta una especie de ritual o fiesta que se celebra después de la cosecha.

Hay que destacar que el pueblo Shuar es uno de los más celosos en lo que respecta a su cultura y por esta razón es una de las pocas comunidades que aún conserva su idioma y lo sigue enseñando generación tras generación.

Esto es un punto que juega a favor teniendo en cuenta que es una forma de sobrevivir a una época donde muchas culturas y costumbres ya han desaparecido. Respecto a su vestimenta, esta es muy propia de la cultura, las faldas tienen decorados con mullos y utilizan una especie de mini sostén que igualmente lleva encima algunas decoraciones con mullos y no suelen usar zapatos. Como accesorios en las manos y tobillos, llevan puestas unas pulseras hechas a mano por ellos mismos.

Danza Shuar

Finalmente están los Shuar, que son llamados también «jíbaros», pero este término es considerado despectivo y racista por los Shuar. Esta comunidad es la más numerosa en el Amazonas ecuatoriano, teniendo registrados alrededor de 80 mil individuos que habitan en su mayoría entre las selvas del Perú y Ecuador. Fueron los españoles y criollos quienes decidieron apodarlos como jíbaros, que al parecer es una forma de decir en castellano un término relacionado con el proto jívaro siwar, que tiene como significado simplemente hombre o persona.

Fueron una comunidad guerrera que tuvo y tiene gran conocimiento de su territorio. La selva es parte de su vida y esto les permitió resistir intentos de conquistas. Ni el imperio Inca, ni los españoles lograron obtener el control total de este territorio. En el año 1490 ganaron la guerra a los Incas simplemente rechazándolos de su territorio y en el año 1549 consiguieron hacer de las expediciones españolas un fracaso. Aunque los españoles lograron avanzar en una parte de su territorio, en el año 1599 los Shuar bajo el mando del guerrero conocido como Kirup, lograron expulsar de forma definitiva a los españoles y fue en ese entonces que ellos le dieron el nombre de jíbaros.

La mitología de los Shuar está vinculada en gran parte a la naturaleza y a las leyes que rigen en el Universo. Esta mitología se manifiesta en una amplia gama de seres superiores relacionados con fenómenos, tales como la creación del mundo, la vida o la muerte e incluso las plagas y las enfermedades.

Dioses de los Shuar

Los principales dioses de los Shuar son Etsa, que personifica el bien en la lucha contra el mal. Luego está Iwia, que siempre está en continua lucha con Etsa para vencer el uno sobre el otro y demostrar quien rige al ser humano. También está Shakaim, que representa la fuerza y habilidad para el trabajo masculino; Tsunki, quien es el ser primordial del agua y trae la salud; Nunkui, que causa la fertilidad de la chacra y de la mujer. Finalmente está Ayumpum, quien es un ser sobrenatural que tiene como tarea transportar los cuerpos de los Shuar que murieron de una manera heroica y gloriosa al mundo de los dioses.

Todas estas características se reflejan en la danza Shuar, que consiste en una serie de bailes a manera de ritual realizados por la tribu, al ritmo de canciones y melodías relacionadas con la naturaleza, se combinan mucho las historias con seres mitológicos y su relación con la naturaleza (flora, fauna, ríos), por lo que su comprensión e interpretación se torna muy difícil en comparación con las otras tribus de la región. De esta música que es más bien elemental, se conservan pocos registros sonoros, por lo que según algunos investigadores, puede correr el riesgo de desaparecer.